La aparición del primer número de Papeles del Partal coincide con el décimo aniversario de la asamblea fundacional de la Academia, celebrada en el Palacio Güell de Barcelona el 19 de noviembre de 1992. Y supone la culminación de un enriquecedor proceso constituyente, más largo de lo que habíamos imaginado, pero también más firme de lo que hubiéramos podido esperar.
A partir de este momento, Papeles ha de constituir, junto a la Bienal de Restauración Monumental, el vehículo esencial de la comunicación y discusión teórica entre los miembros de la Academia y así mismo el instrumento primordial para difundir los ideales que motivaron la creación de la asociación y que la han mantenido viva durante estos años a pesar de las dificultades. Unos ideales que se sintetizan perfectamente en los propios estatutos de la Academia cuando definen la restauración monumental como "la metodología pluridisciplinar que tiene como objeto la conservación, la revalorización y el disfrute colectivo del Patrimonio Arquitectónico", y a éste, como "el conjunto de bienes culturales de carácter inmueble que merecen nuestra atención por sus valores arquitectónicos, documentales, conmemorativos, significativos, técnicos y artísticos"; y cuando proclaman como objetivos esenciales de la asociación "el conocimiento, la reflexión y la difusión de las diversas disciplinas que intervienen en la restauración monumental (historia, historia de la arquitectura y la construcción, historia del arte, arqueología, análisis estructural y constructivo, técnicas constructivas, diseño arquitectónico, etc.), tanto para el perfeccionamiento profesional de sus miembros, que es el fin primordial, como la sensibilización de los profesionales y la sociedad en general".
La aparición de Papeles, por otra parte, coincide con un momento especialmente delicado para la disciplina de la restauración monumental, circunstancia que pretende analizar el seminario que bajo el lema "Qué está pasando" se va a celebrar dentro de la II Bienal, en cuyo curso está prevista la presentación de este primer número de la revista. Un momento delicado desde una perspectiva profesional (en atención a la incidencia en el ejercicio de la disciplina del cada vez más complejo y encorsetador marco legal) y, lo que puede llegar a ser más preocupante, desde una más amplia perspectiva cultural, al ser cada día más perceptibles en la sociedad los síntomas de un progresivo desprecio hacia los valores de la historia y la conservación de sus testimonios materiales, no ya en los estamentos de gestión (en los que esa actitud es ya crónica desde hace muchas generaciones), sino en los círculos en los que nace o evoluciona el pensamiento y la reflexión.
La aparición de Papeles , por lo tanto, llega en un momento doblemente oportuno. Que esta circunstancia (y el entusiasmo y fe del equipo de miembros de la Academia, responsable de su edición) garantice su deseada y esperada consolidación en los próximos meses con la publicación periódica y en lo posible regular de nuevas entregas.